Saltos en el charco desesperado

La poeta Juana de Ibarbourou decía que el charco es "como un espejo roto en medio de la calle", sin embargo, luego de darnos una imagen desolada, parecía rectificarse cuando en otros versos nos mostraba la imagen de un charco como "un espejo nocturno cubierto de estrellas". Esta dicotomía de Ibarbourou es la que pervive en la poesía de Rodrigo Vila Larrañaga: por un lado, la euforia a partir de los saltos y por otro lado, la desesperación por la incertidumbre ante la vida. Los poemas de Vila son versos cargados de contradicción, de vida y emociones humanas que nos empujan al charco o salir incólumes.