Descenso a la flor

El descenso en este libro de versos precisos, cortos y de profunda significación, tal vez sea un intento por penetrar las simbologías ancestrales del agua y de la piedra, en la necesidad de expresar una sensibilidad que desde la infancia acompaña al poeta: Imágenes oníricas de la naturaleza, diálogo con seres queridos. También, ésta poética se convierte en guía en honduras por lugares de búsqueda y encuentro. Es allí donde se constituyen espacios privilegiados de la memoria compartida: La casa de la chicha y las orillas del río, en especial, en las que el corazón libre aborda barcazas, siempre a la espera, que arriban a otras orillas, para "galopar por calles desiertas". Tenemos en este texto un poemario que da cuenta de una experiencia que sucede en temporalidades personales y auténticas, de las cuales el autor nos hace participes y que traduce al lenguaje poético para tocar nuestras fibras más ocultas en una discreta trasmutación: "Los días caen Como lluvia No cesa No se llena La copa del tiempo."